A todo honor (Versión para imprimir)

Esta es la versión para imprimir de A todo honor. Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y los elementos de navegación. Pulsando antes en Refrescar esta página te asegurarás que dispones de la última versión del libro, antes de imprimirlo. Capítulo I 01 Pág. 01 de 11 A todo honor Felipe Trigo Son ridículas... sencillamente ridículas, estas fondas de los pueblos. En general, casas de cierta fanfarronería que empezaron A construir el comerciante X o el notario Z, al jubilarse, y que «vieron» la muerte de sus dueños antes que ellas estuviesen concluidas en todos los perfiles. Y así se quedan inconclusas para siempre. Escaleras sin baranda, a lo mejor, o con una provisional-definitiva; timbres que no suenan; techos sin pintar... El comedor, ya se sabe: estrecho y largo, con aspiraciones de salón; el patio con columnas, con corredor encima, con...

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