A un vecino

Todo en broma A un vecino de Vital Aza A UN VECINO ¡Vecino, por compasión mi paciencia tuvo fin! Tire usted por el balcón su maldito cornetín, el cornetín de pistón. Si sólo un instante fuera, me callara, ¡vive Cristo! ¡Pero una semana entera! Que lo resista quienquiera. ¡Lo que es yo no lo resisto! Vecino, mucho lo siento, pero he perdido la calma. ¡Cállese por un momento! ¡Le aborrezco a usted en el alma sólo por ese instrumento! Deje usted, pues, de soplar, que no le puedo sufrir! ¡Con tanto trompetear, ni me deja usted dormir ni me deja trabajar! –¡No sea usted egoísta! ¡Márchese usted de paseo! ¿Vuelta otra vez? ¡Qué mareo! No hay tímpano que resista tan continuo trompeteo. ¡Ya mi cabeza se abrasa! ¡Canastos con la manía! ¡Esto de la raya pasa! ¡O se va usted de su casa o me voy yo de la mía Tocando sin compasión el cornetín de pistón, ¿cree usted hacernos felices? Si el tocar es su afición, tóquese usted las...

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