Ana Karenina IV: Capítulo XVI

Ana KareninaCuarta parte: Capítulo XVI de León Tolstoi La Princesa, sentada en la butaca, callaba y sonreía. Kitty, en pie junto a la de su padre, mantenía la mano del anciano entre las suyas. Todos callaban. La Princesa fue la primera en hablar y en dirigir los pensamientos y sentimientos generales hacia los planes de la nueva vida. Y a todos, en el primer momento, les pareció aquello igualmente doloroso y extraño. –¿Y qué, cuándo va a ser la boda? Hay que recibir la bendición, publicar las amonestaciones... ¿Qué te parece, Alejandro? –En este asunto el personaje principal es él –repuso el Príncipe señalando a Levin. –¿Que cuándo? –repuso éste, sonrojándose–. ¡Mañana! A mí me parece que la bendición puede ser hoy y la boda mañana. –Basta, mon cher, déjese de tonterías. –Entonces, dentro de una semana. –Está loco, no hay duda... –¿Por qué no puede ser? –Pero, hombre, espere... –dijo la madre de Kitty, sonriendo jovialmente ante...

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