Ana Karenina V: Capítulo XXII

Ana KareninaQuinta parte: Capítulo XXII de León Tolstoi Karenin olvidaba a la condesa Lidia Ivanovna, pero ella no se olvidaba de él, y en aquel momento de terrible desesperación y soledad, acudió a casa de Alexey Alejandrovich y entró en su despacho sin hacerse anunciar. Le encontró sentado, con la cabeza entre las manos. –J'ai forcé la consigne –dijo ella, entrando con pasos rápidos y respirando con dificultad por la emoción y por la rapidez de su marcha. –Lo sé todo, Alexey Alejandrovich, amigo mío –continuó, apretando con fuerza la mano de él y poniendo en los de Karenin sus ojos hermosos y pensativos. Alexey Alejandrovich, con el entrecejo arrugado, se levantó, soltó su mano y le ofreció una silla. –Haga el favor de sentarse, Condesa. No recibo porque me encuentro mal... Y sus labios temblaron. –¡Amigo mío! –repitió la Condesa sin apartar su mirada de él. De pronto sus cejas se levantaron por su extremo interior formando un triángulo sobre...

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