Ana Karenina VI: Capítulo VIII

Ana KareninaSexta parte: Capítulo VIII de León Tolstoi Al día siguiente, muy de mañana, antes de que los niños se levantasen, los vehículos en que iban a cazar el charabán y un carro– estaban ante la entrada. «Laska», adivinando que había cacería, después de ladrar y saltar a su antojo, estaba ahora en el charabán al lado del cochero, mirando con inquietud y reproche la puerta, por la que tanto tardaban en aparecer los cazadores. El primero en salir fue Veselovsky, con flamantes botas altas que le llegaban hasta la mitad de sus robustas piernas, con camisa verde de cazador, tocado con una gorra con cintas, ciñendo una canana nueva, que olía a cuero, y empuñando su escopeta inglesa nueva también, sin cordón ni correa. «Laska» corrió a su encuentro, festejándole y preguntándole a su modo, con sus saltos, si los demás saldrían en breve, pero, no recibiendo contestación, volvió a su puesto de espera y allí aguardó de nuevo, con la cabeza de lado y una...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información