Ana Karenina VI: Capítulo X

Ana KareninaSexta parte: Capítulo X de León Tolstoi Vaseñka apresuró tanto a los caballos que llegaron a las marismas demasiado pronto, con mucho calor aún. Al acercarse a los grandes pantanos objetivo principal de los cazadores, Levin pensó, inconscientemente, en el modo de deshacerse de Vaseñka y cazar solo, sin estorbos. Oblonsky parecía desear lo mismo. En su rostro, Levin leyó la preocupación propia de todo verdadero cazador antes de empezar la caza, así como cierta expresión de bondad maliciosa peculiar en él. –¿Cómo nos distribuimos? –preguntó Esteban Arkadievich–. El lugar es magnífico y veo que hasta hay buitres en él –añadió señalando varias grandes aves que volaban en círculo sobre las marismas–. Donde hay buitres, hay caza. –Escuchen ––dijo Levin con gravedad, arreglándose las altas botas y repasando los gatillos de su escopeta–. ¿Ven aquel islote? Señalaba uno que destacaba por su oscuro verdor sobre el vasto prado húmedo,...

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