Ana Karenina VI: Capítulo XXIV

Ana KareninaSexta parte: Capítulo XXIV de León Tolstoi –Por esto es aún más necesario normalizar tu situación si es posible –insistió Dolly. –Sí... Sí es posible... –dijo Ana en un tono completamente distinto, suave y tristemente. –¿Es acaso imposible el divorcio? Me han dicho que tu marido consiente. –Dolly, no quiero hablar de esto. –Bien, no hablemos –se apresuró a decir Daria Alejandrovna, al ver la expresión de sufrimiento del rostro de Ana–. Veo –añadió– que tomas las cosas demasiado sombríamente. –¿Yo? Nada de eso. Estoy muy alegre... muy contenta... Ya lo has visto. Je fais même des passions. Veselovsky. –Sí. Y, si he de decirte la verdad, no me gusta el tono de ese hombre –dijo Daria Alejandrovna, queriendo cambiar de conversación.–¡ Bah! Nada. Esto hace cosquillas a Alexey y nada más... Él es un chiquillo y le tengo absolutamente en mis manos. ¿Sabes? Hago de él lo que quiero. Es igual que tu Gricha... De repente, Ana...

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