Ángel Guerra: 018

Ángel Guerra Primera parte - Capítulo III - La vuelta del hijo pródigo de Benito Pérez Galdós VI Como subsiste indeleble hasta la vejez la señal de la viruela en los que han padecido esta cruel enfermedad, así subsistió en la complexión psicológica de Ángel Guerra la huella de aquel inmenso trastorno. Siempre que se destemplaba moralmente, confundiéndose en su naturaleza el acíbar de una pesadumbre con el amargor de la bilis, y se acostaba caviloso y algo febril, despuntaba en su cerebro la terrible página histórica, alterada quizá conforme a ley del tiempo, pero sin que faltaran en ella ni el hombre del cabello erizado ni los infelices sargentos pataleando entre charcos de sangre. Y aquella noche, después de caído desde el piso más alto de la casa en construcción, y cuando otra vez lentamente sabía ¡cosa extraña! con las piernas embutidas en el cuerpo, tuvo la siniestra visión... Su angustia y pavor eran los mismos que en los días de su niñez, cuando...

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