Ángel Guerra: 041

Ángel Guerra Primera parte - Capítulo VI - Metamorfosis de Benito Pérez Galdós VI Al oír esto, lo primero que hizo el amo fue contravenir abiertamente una de las principales reglas de vida que la toledana le había dado en sus célebres sermones. «No hay que enfadarse nunca» había dicho ella, y Guerra se disparó súbitamente en ira. No era fácil remediarlo, y las diversas impresiones hondísimas que iba recibiendo su alma, no podían denegar su carácter. -¿Ya vuelves con esa historia?... Pues márchate cuando quieras... Abusas del cariño que te tengo, y te has propuesto atormentarme... Nada; nada, que te vayas cuando gustes. Es que te crees necesaria, única, y esto no es verdad. Por mucho mérito que tenga una persona, nunca, nunca es insustituible. ¡Pues no faltaba más! O es que quieres que yo te suplique y te diga... «Por Dios, Lereíta, hazme el favor de no dejarme». No, no, eso no lo digo yo... Te ha entrado ahora esa chifladura por la religión....

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información