Apéndice 3. Magia y Brujería en las Culturas Españolas

PARA muchos resulta contradictorio y enigmático que siendo Goya un portentoso creador de belleza, como lo revela en las Majas y las Manolas, también lo fuera del feísmo y de la sordidez. Sin embargo, ambas cosas conviven y se entremezclan en la realidad, y el artista lo único que hace es captarlas y dar testimonio de su presencia en el mundo que le tocó vivir. Sin duda Goya no creía en magias, brujas y hechicerías, pero estos elementos coleaban en el substrato popular. ¿No eran estos elementos supersticiosos y contrarios a la razón los que ofrecían mayor resistencia y hasta se oponían abiertamente a los proyectos renovadores de la Ilustración? Los fustazos del padre Feijoo al «estúpido vulgo» y a la «plebe supersticiosa» formaban parte del repertorio de ideas racionalistas de los ilustrados. Y el artista Goya no hizo otra cosa con los pinceles que lo que hicieron con la pluma Jovellanos, Cadalso, Moratín y todos los que aspiraban a sanear la vida cultural...

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