Damón

Damón de Hernando de Acuña  Lavinio, al comenzar de mi cuidado,  vi que a mi perdición iba derecho,  pero juzgué tal daño por provecho,  y así lo hubieras tú también juzgado;    por do el amonestarme es excusado,  que, aunque me pone ausencia en gran estrecho,  lo que piensas que sufro a mi despecho,  contento lo padezco y de mi agrado.    Que si Amor de este mal quiere que muera,  no me podrá quitar que esto no sea  remedio de mis males, y el más sano;    porque, tras haber visto a Galatea,  ¿qué bien podrá igualarse al que perdiera  en no padecer muerte de su mano? Sonetos y poemas de Hernando de Acuña Sonetos: A la soledad - A una dama - Ajeno fue, pues fue sólo un momento - Al Marqués de Pescara - Al Marqués de Vasto - Al Rey nuestro Señor - Amor me dijo en la mi edad primera - Amor y un gran desdén, que le guerrea...

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