De Felipe Augusto a San Luis

Introducción

Desde el advenimiento de Hugo Capeto hasta el final del siglo XI, la monarquía francesa se había conformado con sobrevivir en medio de los grandes vasallos. Más que los reyes de Francia, los nombres que han pasado a la posteridad son Guillermo el Conquistador y Raimundo de Saint-Gilíes, conde de Tolosa. Las «chansons de geste» tienen por héroes a los nobles y reservan a la monarquía un papel ya superado. Sin embargo, la monarquía conserva en sí misma el germen de su futuro poder: el prestigio de los pequeños señores de la Isla de Francia aumenta gracias a la unción sagrada y a la sucesión en línea directa que sabrán imponerse poco a poco, evitando así los peligros de los interregnos. De este modo, Felipe I, Luis VI y Luis VII, engrandecen sus dominios gracias a una prudente administración. En el siglo siguiente serán anexionados vastos territorios, constituyéndose realmente el reino de Francia.

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