De Oñate a La Granja : 12

De Oñate a La Granja : 12 de Benito Pérez Galdós Iglesias se reía, ocultando con el humorismo su tristeza. «¿No nos vendría bien a los dos -prosiguió el presbítero-, volver a nuestra jurisdicción, yo a mi clerecía y al humilde magisterio de retórica, usted a la paz de su Daimiel? Diría usted con el gran poeta:    ¡Oh campo, oh monte, oh río, oh secreto seguro deleitoso! Roto casi el navío, a vuestro almo reposo huyo de aqueste mar tempestuoso. Y a mí me tocaría decir con el mismo poeta, volviendo la espalda al tráfago social:    No condeno del mundo la máquina, pues es de Dios hechura: en sus abusos fundo la presente escritura, cuya verdad el campo me asegura». Interrumpió esta grata y al propio tiempo triste conferencia, la llegada de una esquela para D. Pedro, la cual bruscamente llevó la atención de entrambos a negocio de mayor...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información