El Anticristo:55

17/12/2010 1.626 Palabras

LV Demos un paso más hacia adelante en la psicología de la convicción, de la “fe”. Hace mucho planteé la cuestión de si las convicciones no son enemigas más peligrosas de la verdad que las mentiras (Humano, demasiado humano I, afs. 54 y 483). En este momento deseo formular esta pregunta decisiva: ¿existe en definitiva, un contraste entre la mentira y la convicción? Todo el mundo cree que sí; pero ¡qué no cree todo el mundo! Toda convicción tiene su historia, sus formas preliminares, sus tentativas y yerros; llega a ser una convicción después de mucho tiempo de no haberlo sido y tras un tiempo más largo aún en que lo ha sido a duras penas. ¿Cómo?, ¿no es posible que entre estas formas embrionarias de la convicción figure también la mentira? A veces todo es cuestión de un mero cambio de persona: en el hijo tórnase en convicción lo que en el padre ha sido aún mentira. Yo llamo mentira empeñarse en no ver lo que se ve, dando igual que la mentira se produzca...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información