El conde de Montecristo: 1-18

El conde de MontecristoPrimera parte: El castillo de IfCapítulo 18 de Alejandro Dumas Capítulo dieciochoEl tesoro Cuando Dantés entró a la mañana siguiente en el calabozo de su compañero, le encontró sentado y tranquilo. Iluminándole el único rayo de luz que penetraba por su angosta ventana, tenía en su mano derecha, única de que ya podía servirse, un pedazo de papel, que por haber estado arrollado mucho tiempo conservaba la forma cilíndrica, que sería muy difícil quitarle. El abate se lo enseñó a Dantés, sin decir una palabra. -¿Qué es esto? -le preguntó el joven. -Miradlo bien -repuso el abate sonriendo. -Por más que miro -dijo Dantés-, no veo sino un papel medio quemado, que contiene algunas letras góticas, escritas con una tinta muy extraña. -Este papel, amigo mío, ya puedo decíroslo todo, puesto que os he probado, este papel es mi tesoro; la mitad os pertenece desde hoy. Un sudor frío corrió por la frente de Dantés. Hasta entonces, ¡y ya hemos...

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