El equipaje del Rey José : 26

El equipaje del Rey José : 26 de Benito Pérez Galdós Aquella a quien oímos primero junto a la empalizada de una huerta de la Puebla de Arganzón, y acabamos de ver y oír ahora mismo al borde de una sepultura, era una muchachuela bonita, de apariencia delicada y casi infantil. Recordaba normalmente su fisonomía la de aquellas vírgenes a quienes figuran los pintores tocando el laúd y a veces el violín en los místicos conciertos del cielo, entre aperladas nubes que hacen resaltar el oro de sus cabellos y la beatífica seriedad de sus labios sin sonrisa, pues el arrobamiento y el canto las ponen graves como doctores. Genarita o Generosa, a pesar de su belleza original, tenía en ocasiones un ceño bastante sombrío y un modo de mirar que no indicaba la diafanidad, o mejor, el perfecto equilibrio de espíritu de un ángel celeste. Era solemnemente meditabunda, y aunque su semblante era de esos que en otros...

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