El fruto de bendición

El fruto de bendición de Pedro Antonio de Alarcón  ¡Cuántas veces fugaz la Primavera  vistió de flores mil el campo abierto,  hora tornado en árido desierto,  ni sombra ya de lo que en Mayo fuera!    En tanto aquella flor, la flor primera,  logro de afanes en cerrado huerto,  ve trocada el colono en fruto cierto,  de árboles mil semilla duradera.    ¡Así la juventud! ¡Así la vida!  La que en vanos placeres se consume,  olvidada a la tarde desfallece:    en tanto que la fiel y recogida  que a un solo amor consagra su perfume,  más allá de la tumba reverdece. Sonetos de Pedro Antonio de Alarcón A Carmen, al piano - A Pompeya - A Ronconi - A San Ramón Non Nato - A la bandera del batallón de Ciudad Rodrigo - A mis hijas en sus días - A... (Alarcón) - Adiós al vino - Al vino «Abolengo» de las bodegas de Misa (Jerez) - Chispas y...

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