El Lazarillo de Tormes: 06
Cómo Lázaro se asentó con un buldero, y de las cosas que con él pasó. Tratado quinto 06 Pág. 06 de 08 El Lazarillo de Tormes Anónimo En el quinto por mi ventura di, que fue un buldero, el más desenvuelto y desvengonzado y el mayor echador dellas que jamás yo vi ni ver espero ni pienso que nadie vio; porque tenía y buscaba modos y maneras y muy sotiles invenciones. En entrando en los lugares do habían de presentar la bula, primero presentaba a los clérigos o curas algunas cosillas, no tampoco de mucho valor ni substancia: una lechuga murciana, si era por el tiempo, un par de limas o naranjas, un melocotón, un par de duraznos, cada sendas peras verdiñales. Ansí procuraba tenerlos propicios porque favoreciesen su negocio y llamasen sus feligreses a tomar la bula. Ofreciéndosele a él las gracias, informábase de la suficiencia dellos. Si decían que entendían, no hablaba palabra en latín por no dar tropezón; mas aprovechábase de un gentil y bien...
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