El Terror de 1824 : 16

El Terror de 1824 : 16 de Benito Pérez Galdós Era una mujer hermosísima, arrogante y tan airosa y guapetona en su rostro y figura, como elegante en su vestir y tocado, de modo que Naturaleza y Arte se juntaban para formar un acabado tipo de mujer a la moda. La mirada que echó a Chaperón y a su legista, semejante a una limosna dada más bien por compromiso que por voluntad, indicaba que la modestia no era virtud principal en la señora. Pero su gallarda altanería ¡cuán grato es decirlo! venía como de molde enfrente de aquellos despreciables hombres tan duros con los desgraciados. -Ni para ver al Rey se necesitan más requisitos -dijo la dama sentándose en la silla que Chaperón le ofreció sonriendo-. Vi a Calomarde esta mañana y me mandó venir aquí... Yo creí que era cosa de un momento... pero si hay más de doscientas personas en la puerta... ¡Y qué gente! Diga usted ¿a...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información