En la carrera: 08

23/03/2011 6.982 Palabras

Capítulo VIII 08 Pág. 08 de 21 En la carrera- Primera parte Felipe Trigo La vida, ¡si!..., cada vida una contradicción; pero resuelta en armonía de disparates cuando su clave de absurdo se encuentra. Esteban, luego de estudiar a Enríquez al retirarse por la noche del hotel y tomarse juntos en un tupi el coñac de última hora, comprendía que el poeta ingenuo, aun habiéndole a él preferido, aun suponiéndole acaso «completamente vencedor», no se hubiese retirado en absoluto. Los buscaba hacia el final en los teatros, y los llevaba a los más céntricos cafés: Fornos, entre ellos, donde habían visto a Renata los paisanos, y donde había sido visto él por la Coja, sin que le reconociera... afortunada o desdichadamente. -¡Qué guapa esa mujer! -había dicho al paso Renata. Y Esteban, a no ser por el miedo de que luego la hallase ridícula al verla salir cojeando, hubiese dicho quizás: «¡Pues es mi... amiga!» Bien, la clave de absurdo de Enríquez eran...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info