Gloria: 58

23/03/2011 3.349 Palabras

Gloria Segunda parte - Capítulo XIX de Benito Pérez Galdós Espinas, clavos, azotes, cruz -Tú me dijiste que aceptabas esta cruz como expiación. -Sí la acepté -dijo la infeliz después de una pausa en que Serafinita aguardó con impaciencia la contestación-. La acepté, pero luego... luego, querida tía, sentí que no podía, que no podía resignarme a ella; no tuve valor, mentí, disimulé, engañé a todos los de casa, salí ocultamente, después de sobornar a Mundideo para que me acompañara... Me porté mal, lo reconozco; pero el grito que sale de mis entrañas puede más que todo, y cuando él suena en mí no puedo dominarme, ni ser santa como usted dice, ni resignarme a padecer, ni llevar la cruz, ni clavarme clavos, ni beber cálices, ni ponerme corona de espinas. -Hija mía, cada vez me causa más alarma y miedo ver en ti ese desasosiego que te aleja de la perfección. Tú no estás curada ni puedes estarlo, mientras no hagas un esfuerzo supremo, el último...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info