Ítaca

09/09/2010 778 Palabras

[K. P. Kaváfis] Al emprender el viaje rumbo a Ítaca ruega que largo sea tu camino, lleno de peripecias y lecciones. No te causen temor lestrigones ni cíclopes ni el iracundo Posidón; que no los hallarás en tu jornada si enhiesto conservas el pensar, si nobles emociones abordan el espíritu y el cuerpo. No toparás con cíclopes ni lestrigones ni con el agrio Posidón, si no los llevas dentro, si tu alma no los erige frente a ti. Ruega que largo sea tu camino. Que múltiples mañanas estivales te vean —con cuánto júbilo, con cuánta gracia— bajar a puertos antes ignorados; en algunos emporios fenicios detenerte a comprar la preciosa mercancía (madreperla, coral, ébano, ámbar, voluptuosos perfumes de toda procedencia —el máximo posible de sensuales perfumes); y visitar diversas ciudades en Egipto para bien aprender de los letrados. Ten sin cesar a Ítaca presente. A llegar a sus costas estás predestinado; pero la travesía no apresures. Mejor es que navegues...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info