IV. Politica de Circunstancias

03/08/2009 7.463 Palabras

Introducción HITLER pasó su condena, en compañía de unos 40 nacionalsocialistas, en el pueblo de Landsberg, en una prisión bastante cómoda donde podía recibir visitas y pasear a sus anchas por el jardín; tenía una gran celda soleada, mantenía una dilatada correspondencia, disponía de libros y periódicos y seguía ostentando su puesto privilegiado como líder del partido. Emil Maurice le servía de secretario, puesto que pasó algo después a Rudolf Hess, que dejó Austria voluntariamente para volver a reunirse con su ídolo y compartir con él los meses de prisión. Allí, en la cárcel, es donde vio la luz primera Mein Kampf («Mi lucha»), libro que Hitler dictó a sus colaboradores-secretarios Hess y Maurice, y que desilusionó bastante, puesto que no ofrece casi ningún dato autobiográfico y es, en cambio, un alarde de pedantería y ampulosidad que nada aporta como obra política ni como tratado nazi. Simplemente refleja las ideas fijas de su autor, de las que, a través de su vida, podemos comprobar que no se apeó, siguiendo siempre la línea que se marcara en un principio.

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info