Ivanhoe: Capítulo XX

15/10/2012 3.810 Palabras

Ivanhoe de Walter Scott «¡Diabólico es el escrito! ¡Garabatos de esa especie por Dios que no había visto!» GOLDSMITH: Humillarse para vencer. Cuando el templario llegó al salón del castillo ya estaba en él Bracy. -Tu galanteo -dijo éste- ha sido, sin duda, interrumpido, como el mío, por este intempestivo llamamiento. Pero tú vienes más despacio que yo y de peor gana, de lo que infiero que no han sido tan malhadados como los míos tus amores. -Conque, según eso -dijo el templario -, ¿No te han salido las cuentas como pensabas? -No por cierto -respondió Bracy-: lady Rowena ha conocido que me es imposible ver llorar a una mujer. -¡Qué vergüenza! -dijo Brian-. ¡El jefe de una compañía de aventureros hace caso de esas niñerías! Lágrimas de mujer son gotas de agua que animan las llamas de la tea del amor. -¡Si no hubieran sido más que gotas! -contestó Bracy-. Pero la pobre muchacha ha vertido un raudal capaz de extinguir cien hogueras. Nunca se vieron...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info