La burguesía

El dinero es la sangre de la ciudad

En la Edad Media, el burgués era un inmigrante reciente, un campesino de ayer mismo. La ciudad le moldeaba para adaptarlo a la vida en común. Es difícil que, como dice un proverbio alemán, el aire de la ciudad vuelva libres a los hombres, pero sí que ofrecía todo un conjunto de franquicias al hombre medieval. El alojamiento era un problema de difícil solución que, a menudo, implicaba la cohabitación. A cambio, el burgués tenía conciencia de pertenecer a un clan. Más allá del espacio de su casa había otro espacio, bien delimitado: el que estaba encerrado entre las murallas.

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