La Corte de Carlos IV : 21
La Corte de Carlos IV : 21 de Benito Pérez Galdós Al entrar en casa de la González, ésta acudió presurosa a mi encuentro, y me causó sorpresa el verla muy alegre, con esa alegría inquieta y febril de los niños, que ríen, cantan, golpean y destrozan cuanto encuentran al paso. Mi ama me habló lo que después diré, y a cada frase se interrumpía para cantar alguna tonada o estribillo de los infinitos que enriquecían su repertorio de sainetes. -¿Qué pasa para tanta alegría, señora? -He tenido carta de la señora marquesa -me contestó-, la cual viene mañana a preparar la función. Yo estoy encargada de dirigir la escena. Sal quiere el huevo, y el demonio del gato vertió el salero. -Buen provecho -dije. ¿Y qué cuenta de la señora Lesbia? -Que la pusieron en libertad a la media hora conociendo que nada resultaba contra ella. También...
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