La Divina Comedia: El Infierno: Canto IX

La Divina Comedia El Infierno: Canto IX de Dante Alighieri William Blake: El Infierno, Canto IX, 44-64, El ángel y la puerta de Dis. Aquel color que el temor mostró en mi rostro al ver atrás mi Conductor volverse, restringió muy rápido él en el suyo. Atento como hombre a la escucha se detuvo; porque el ojo era incapaz de divisar muy lejos por la espesa niebla y por el aire negro. Mas a nosotros corresponderá la victoria, comenzó él: si no... así nos fue prometido. ¡Oh cuánto tarda en llegar el otro! Bien percibí yo como él cubriera su comenzar con lo que después dijo, que fueron palabras de lo anterior diversas. Mas con todo su decir pavor me indujo, porque pensaba que sus palabras truncas de peor sentido eran del que él les diera. ¿A este fondo de este triste abismo bajó nunca alguno del grado primero, cuya sola pena es la esperanza ida? Esta pregunta le hice yo a él: Raro es que alguno, me repuso, vaya por el camino por el que ahora voy. Verdad es que...

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