La Divina Comedia: El Infierno: Canto XIII

La Divina Comedia El Infierno: Canto XIII de Dante Alighieri William Blake: El Infierno, Canto XIII, 1-45, El bosque de los auto-violadores: Las harpías y los suicidas. No había aún de allá llegado Neso, cuando nos metimos en un bosque no señalado por sendero alguno. No verdes frondas, mas de color oscuro, no rectas ramas, sino nudosas y enredadas, no había frutas, sino espinas venenosas. Ni en tan ásperos bosques moran, ni en tan espesos, aquellas fieras salvajes que aborrecidos tienen los cultivados campos entre Cecina y Corneto. Aquí su nido hacen las tétricas Arpías, que de las Estrofíades echaron los Troyanos, con triste anuncio de futuros daños. Alas tienen anchas, y cuello y rostro humanos, pies con garras, y el gran vientre emplumado: lanzan lamentos sobre los árboles extraños. Y el buen Maestro: Antes que más te adentres, sabe que te hallas en el segundo recinto, comenzó a decirme, y aquí estarás, hasta que veas el arenal horrible. Por tanto...

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