La Divina Comedia: El Purgatorio: Canto XXVIII

La Divina Comedia El Purgatorio: Canto XXVIII de Dante Alighieri Ansioso ya de vagar dentro y entorno de la divina floresta espesa y viva, que a la vista templaba el nuevo día, sin esperar más, dejé la orilla, entrando en la campiña lento lento por el suelo que por todas partes bien olía. Un aura dulce, sin mudanzas en ella, me hería la frente de no mayor roce que de suave viento; por la cual las frondas, tremolando, prontas se inclinaban todas hacia donde la primera sombra el santo monte arroja; con todo de su estar erectas no alejadas tanto, que los pajarillos por las copas dejaran de ejercer todo su arte; mas con alegría plena la primera hora, cantando, entre las hojas acogían, que de bordón hacían a sus rimas, tal cual como de rama en rama se los oye por el pinar de Chiassi en la marina cuando Eolo el siroco afuera arroja. Ya me habían llevado mis lentos pasos dentro de la selva antigua tanto, que rever no podía por donde había entrado; y entonces a...

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