La independencia de Bangladesh

Condenados a la guerra

Después de una larga y tenaz lucha contra el colonialismo británico por la independencia de la India, el gran líder político-espiritual y apóstol de la no violencia, Gandhi, nunca se perdonó del todo el no haber logrado la unidad de hindúes y musulmanes para convivir en la gran nación que él había soñado. Los británicos se fueron, pero dejaron dos estados: la Unión India, poblada por una comunidad mayoritariamente de religión hindú (un 90 por 100 de los actualmente 670 millones de habitantes con los que cuenta, que hablan más de 800 idiomas y se entienden en hindú e inglés), y Pakistán (literalmente en urdú «Tierra de los puros»), donde viven hoy más de 82 millones de personas, mayoritariamente musulmanas (que junto a los 100 millones que habitan Bangladesh, ex Pakistán Oriental, suman una bonita cifra demográfica, de esas que desorientan a cualquier europeo). Como consecuencia de la división religiosa y «en castigo por nuestros grandes pecados de violencia colectiva», según el Mahatma Gandhi, los británicos como última actuación de su divide and rule («divide y vencerás») dejaron a una Unión India flanqueada por los dos Pakistanes (ver mapa), el occidental (que todavía permanece) y el oriental (Bangladesh). La unidad entre los musulmanes del este y el oeste nunca fue más que una palabra, convirtiéndose, de hecho, la provincia oriental en poco más que una colonia.

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