La madre Naturaleza: 07
none 07 Pág. 07 de 36 La madre Naturaleza Emilia Pardo Bazán Capítulo VII Los que no tenían casa ni amigos en Cebre, hubieron de dar con sus molidos cuerpos en el mesón que allí toma nombre de fonda; el Arcipreste fue a pedir hospitalidad a su correligionario el cacique Barbacana; y al viajero de los guantes, o sea don Gabriel Pardo, se lo llevó consigo el médico, sin permitir que se cobijase bajo otro techo sino el suyo, porque desde el primer instante le había entrado el cuñado del marqués, -y cuenta que no simpatizaba fácilmente con las personas el bueno de Juncal. Agasajó a su huésped lo mejor que pudo y supo, diciéndole a cada rato que su señora estaba ausente, pero volvería dentro de un ratito, y entonces se sentarían a hacer penitencia. A pesar de las ideas avanzadísimas de Juncal, que con la revolución se habían acentuado aún más en sentido anticlerical y biliosamente demagógico, guardose bien de informar a don Gabriel de que la...
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