La Olimpiada de México

Deporte a más de 2.000 metros

Cuando el 12 de octubre de 1968, Fiesta de la Hispanidad, se celebró la jornada inaugural de la XIX Olimpiada, muchos deportistas de todo el mundo respiraron aliviados, ya que se habían suscitado tantos problemas que parecía que los juegos iban a suspenderse. Tras superar un largo debate respecto a la altitud de la capital mexicana (2.277 metros sobre el nivel del mar) y su influencia sobre los atletas, así como numerosos problemas de organización, estalló el escándalo al decidir el Comité Olímpico Internacional (COI) admitir a Sudáfrica en la Olimpiada. Numerosos países del Tercer Mundo, apoyados por todos los del bloque socialista, amenazaron con no enviar sus atletas a México si no se mantenía la prohibición de que participara en las competiciones un país donde se discriminaba a los negros. Sudáfrica no fue admitida, y curiosamente la Olimpiada de México registró un sorprendente triunfo de los atletas de color, conquistando medallas 45 de ellos. Fue la revelación de numerosos países africanos que habían pasado en poco tiempo de las danzas tribales a las competiciones deportivas modernas.

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