La Segunda Casaca : 13

La Segunda Casaca : 13 de Benito Pérez Galdós Salvador Monsalud en persona. Largo rato estuve sin habla, sin movimiento, paralizado por el espanto. Yo no era Pipaón; yo era el miedo mismo. Mi espíritu era incapaz de reflexión, de comparación, de juicio... Las piernas me flaqueaban, la voz, muerta en la garganta, no podía ni sabía pedir auxilio. Creí ver un fantasma. Por un instante, perdiendo mi buen sentido, creí en brujas, en duendes, en almas del otro mundo, en todos los disparates de los cuentos de viejas. Pero el fantasma se reía de mi turbación, y alargando un brazo hacia mí, me dijo: -No te asustes, Juan. Soy yo, tu amigo Salvador. -¡Tú, Salvador, Salvadorcillo!... -exclamé con voz ahogada-. ¿Por dónde entraste?... Esto es una alevosía. -Calla, calla -me dijo levantándose, al ver que yo, recobrando el aliento, iba a alborotar la casa-. Soy tu amigo. No me tengas miedo....

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información