La Segunda Casaca : 23

La Segunda Casaca : 23 de Benito Pérez Galdós Al día siguiente muy temprano, Mano de Mortero, que había salido a sus quehaceres, entró diciendo: -Gordas y frescas. -¿Qué, qué hay? Que lo de Galicia es tremendo. El Rey y la Corte están muy asustados... Toda la noche han estado los ministros en Palacio... Quieren contemporizar... les ha entrado el destemple... desconfían de la guarnición... -¡Desconfían de la guarnición! ¿Oyes, Salvador; oyes, hombre? -exclamé con exaltado júbilo. -Oigo -repuso mi amigo secamente. -¡Y de la Guardia de la Real persona! -añadió Mano. -¡También desconfían de la guardia! ¿Oyes, Salvadorillo de mi alma? -Oigo. -Sr. de Mano, traiga usted cuatro velas; yo las pago. -Con esa condición, aunque sean ocho -dijo Mortero, abriendo el cajón de una cómoda. -No quepo dentro de mí -exclamé saltando del jergón-. Voy a...

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