Los Cien Mil Hijos de San Luis : 22

Los Cien Mil Hijos de San Luis : 22 de Benito Pérez Galdós ¡Sevilla! ¡De qué manera tan grata hería mi imaginación este nombre! ¡Qué idealismo tan placentero despertaba en mí! No creo que nadie haya entrado en aquel pueblo con indiferencia, y desde luego aseguro que el que entre en Sevilla como si entrara en Pinto es un bruto. ¡El Burlador, D. Pedro el Cruel, Murillo! Bastan estas tres figuras para poblar el inmenso recinto que es en todas sus partes teatro de la novela y el drama, lienzo y marco de la pintura. ¡Y hasta las pinturas sagradas son allí voluptuosas! Para que nada le falte, hasta tiene a Manolito Gázquez, cuyas hipérboles graciosas han dado la vuelta a España, y parece que forman la base de la riqueza anecdótica nacional. En Sevilla la noche y el día se disputan a cuál es más bello; pero cuando llega el rigor del verano, vence irremisiblemente la noche, asumiendo todos...

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