Los Cien Mil Hijos de San Luis : 32

Los Cien Mil Hijos de San Luis : 32 de Benito Pérez Galdós Mi dolorosa enfermedad que me puso al borde del sepulcro duró cuarenta días, de los cuales no sé cuántos pasé en terrible crisis, sin conciencia de las cosas, atormentada por la fiebre. Mi sangre enardecida había descompuesto en tales términos las funciones de mi cerebro, que en aquellos angustiosos días no vivía con mi vida propia, sino con el mismo fuego mortífero de la enfermedad. Asistiome uno de los primeros médicos de Sevilla. Cuando salí del peligro y hubo esperanzas de que aún podría seguir mi persona fatigando al mundo con su peso, halleme en tristísimo estado, sin memoria, sin fuerzas, sin belleza. Mas empecé a recobrar muy lentamente estos tesoros perdidos, y con ellos volvían mis pasiones y mis rencores a aposentarse en mi seno, como después de una inundación, y cuando las aguas se retiran, aparece lentamente...

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