Los Cien Mil Hijos de San Luis : 5

Los Cien Mil Hijos de San Luis : 5 de Benito Pérez Galdós Llegué a la Seo el 14 de Agosto. ¡Qué viaje el de Benabarre a la Seo! Si antes todo se adaptaba al lisonjero estado de mi alma, después todos los caballos eran malos, todos los caminos intransitables, todas las posadas insufribles, todos los días calorosos, y las noches todas tristes como los pensamientos del desterrado. Mi alma sin consuelo, mientras más gente veía, más sola se encontraba. Mi pensamiento no podía apartarse de aquel lugar siniestro donde habían quedado mi amor y mi suplicio, mi falta y mi conciencia, representados cada una en un hombre. Casi antes de desempeñar mi comisión traté de ocuparme de salvar al infeliz que había quedado cautivo en Benabarre; pero Mataflorida me dijo sonriendo: -Luego, luego, mi querida señora, trataremos de ese asunto. Infórmeme usted de lo que trae, pues no hay tiempo que perder. Hoy mismo...

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