Memorias de la casa de los muertos. Cap II - Las primeras impresiones

Las primeras semanas y, en general, el principio de mi reclusión es lo que más vivamente recuerdo. En cambio, los años subsiguientes han dejado en mi mente huellas muy confusas; es más, algunas épocas de mi vida de recluso se han borrado por completo de mi memoria: de ellas no conservo más que una impresión única, siempre la misma, penosa, monótona, sofocante. Mas todo lo que vi y experimenté en aquellos primeros años, me parece que fue ayer. No podía ser de otra manera. Recuerdo perfectamente que al principio aquella vida me aturdía porque no ofrecía nada de particular, de extraordinario o, por mejor decir, de inesperado. Sólo más tarde, cuando hube vivido largo tiempo en el presidio, comprendí cuán excepcional era aquella existencia y me quedé asombrado. Y confieso que este estupor no me abandonó un solo instante en todo el período de mi condena; no podía en modo alguno amoldarme a semejante vida. Al entrar en el presidio, sentí una repugnancia invencible;...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información