Memorias de la casa de los muertos. Cap III - Todavía el hospital

He hablado ahora de los castigos corporales y de los que los ejecutaban, porque no tuve una idea exacta de estas cosas hasta que ingresé en el hospital. Lo que sabía era sólo de oídas. En nuestra sala estaban recluidos todos los condenados de los batallones que habían de recibir los schipitzruten. [1] Había también algunos pertenecientes a secciones militares de la guarnición y de los destacamentos que dependían de la misma. Durante los primeros días yo no hacía más que observar lo que sucedía en mi derredor, con tanta más curiosidad cuanto que estas costumbres extrañas y aquellos presos apaleados, o a punto de serlo, me causaban una impresión terrible. Estaba conmovido, asustado. Escuchando sus conversaciones o los relatos de los otros detenidos sobre este tema me forjaba problemas que trataba luego de resolver. Quería conocer absolutamente todos los grados de las condenas y de las ejecuciones y los pareceres de los penados sobre el particular. Trataba de...

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