Memorias de la casa de los muertos. Cap IX - Isaí Fomich El baño El relato de Bakuschin

Se acercaban las pascuas de Navidad. Los penados esperaban con cierta ansiedad, y al verlos se excitó mi curiosidad, en la creencia de que ocurría algo extraordinario. Cuatro días antes de las fiestas debían llevarnos al baño de vapor, y esto era precisamente lo que sobre todo les entusiasmaba, pues, además del baño, que lo tomábamos después de comer, no se trabajaba por la tarde. Pero el que estaba más contento era Isaí Fomich Bumschtein, el judío de que ya he hablado en el capítulo IV de mi narración. Le gustaba permanecer en el baño hasta que caía privado de los sentidos. Cada vez que evoco mis recuerdos, lo primero que acude a mi memoria es el baño del penal (vale la pena no olvidarlo), y la primera fisonomía que se ofrece a mi imaginación es la del glorioso e inolvidable Isaí Fomich, mi compañero de cadena. ¡Cielos, qué hombre tan raro era el judío! Ya he esbozado su retrato: cincuenta años, vanidoso, lleno de arrugas, con horribles estigmas en las...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información