Memorias de la casa de los muertos. Cap IX - La evasión

Poco tiempo después de la destitución del mayor, se reorganizó completamente nuestro penal. Fueron abolidos los trabajos forzados y el presidio trocóse en una penitenciaría militar, semejante a las de Rusia. En lo sucesivo no se envió ningún penado de segunda categoría, puesto que sólo debía contener detenidos militares, esto es, personas que conservan sus derechos civiles. Eran soldados como todos los demás, pero habían sido azotados, y su condena era de escasa duración, seis años todo lo más. Una vez extinguida la sentencia, volvían a los batallones, como soldados rasos. Los reincidentes eran condenados a veinte años de reclusión. Hasta entonces había habido en nuestro penal una sección militar, pero sólo porque no se sabía dónde meter a los soldados presos. En cuanto a los forzados paisanos que habían perdido sus derechos o estaban marcados con el hierro infamante y rasurados, debían permanecer en el presidio hasta la completa extinción de su condena;...

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