Mendizábal : 32

Mendizábal : 32 de Benito Pérez Galdós La desconsoladora respuesta que dio el señor Ministro a la carta de la codiciosa diamantista puso a esta en formidable, épica irritación. En tres días no le sacaron del cuerpo más que palabras airadas y monosílabos rencorosos; en sus manos escribió, con sus propias uñas, cifra lastimosa del despecho que la dominaba, y los marchantes o compradores que por allí asomaron salieron o desollados vivos o llamándose a engaño, con pocas ganas de volver. En la comida decretó parvedades de la escuela del licenciado Cabra; y tales fueron, que Aurora y Lopresti se habrían quedado en los huesos si no tuvieran la precaución de reservar en sus respectivos escondrijos pedazos de pan y otras cosillas de comer. Sentía la maldita Zahón odio a toda criatura humana, y a las que más próximas tenía, hacíalas responsables de la bofetada que le diera el...

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