Miserias merecidas

15/02/2009 1.657 Palabras

Tipos y paisajes criollos - Serie IV Miserias merecidas de Godofredo Daireaux Miserias merecidas Junio, recién; y ya se cortan en puntas las ovejas. Mala seña, piensa don Martín, al recorrer el campo de pasto duro que recién ha poblado, y al encontrarse, por todas partes, con pequeños grupos de diez, de cinco, de dos ovejas, flacas y sin fuerza. ¿Y qué será, en Agosto, cuando hayan pasado tres meses más, de heladas o de aguaceros, sobre los pobres animales? No le digan mala madre a la oveja que abandona el cordero; pues cuando deja de mandar el instinto materno, es que obedece el animal, aun a su pesar y mirando para atrás, con balidos de lamento, a otra ley de la naturaleza; la propia conservación es más imperiosa, para la oveja, cuando se siente débil, que la de su prole. Lo mismo, cuando olvidándose de su amor a la majada, las ovejas se cortan en puntas y dejan de seguirse unas a otras; o cuando, al cruzar cerca de ellas el jinete, no disparan, mala seña; y...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info