Nicaragua. Una revolución interminable

Hacia la guerra civil

La primera aparición de las fuerzas armadas americanas en Nicaragua, dentro del siglo, fue en 1909. Desde entonces, su intervención en los relevos políticos de este país tomó la forma de un verdadero padrinazgo en absoluto carente de intereses económicos. En aquella ocasión, la favorable actitud de EE. UU. hacia los conservadores, levantados en armas contra el dictador liberal Zelaya, constituía una nueva forma de prolongar el monopolio americano sobre gran parte de la producción, comunicaciones y banca nicaragüenses. Entre los conspiradores, fue Luis Mena el elegido para acceder a la presidencia en 1912, cargo en el que pronto se vería amenazado ante el descontento de dos de sus recientes aliados contra Zelaya: Emiliano Chamorro y Adolfo Díaz.

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