No transige la conciencia: 4

05/07/2013 755 Palabras

Seis meses después de estas escenas, el general, que había ido a la Habana a asuntos propios, anunciaba en una cariñosa carta a su mujer su vuelta, y ésta pasaba a Cádiz para recibir a su marido, acompañándola en la berlina un ama, que llevaba en brazos a su supuesto hijo. Este niño había sido traído de la Inclusa, y el secreto de esta iniquidad no era conocido sino de Ismena, de Nora y de Lázaro, que era el que por disposición de Nora le había sacado del hospicio de los expósitos. Cómo esta mujer perversa pudo persuadir al noble joven a prestarse a esta infamia, sólo se comprende considerando que ésta, según ella afirmaba a Lázaro, se hacía no sólo con autorización, sino por disposición del general. Lázaro dudó: pero Nora, que había previsto su oposición, había prudentemente conservado en su poder la última esquela que antes de partir había escrito el general a su mujer, y que decía así: «Ya se despliegan las velas que me van a alejar de ti, y...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info