O'Donnell : 11

O'Donnell Capítulo XI de Benito Pérez Galdós Tenía Serrano, Capitán General de Madrid, lo que en Andalucía llaman ángel. Más que a su guapeza, por la que obtuvo de Real boca el apodo de General bonito, debía los éxitos a su afabilidad, ciertamente compatible, en el caso suyo, con el valor militar temerario, en ocasiones heroico. Fascinaba a las tropas con alocuciones retumbantes, como las de Espartero, y las llevaba tras sí con el ejemplo de su propia bravura, dando el pecho al peligro. Era, pues, un valiente, no inferior a ninguno de los demás caudillos de nuestras luchas civiles, perfecto guerrillero más que general, y con su valor, su buena estampa, y la suerte, que suele acompañar a los atrevidos en épocas de revueltas y en países cuya legislación y costumbres no están fundamentadas sobre sólidas instituciones, llegó muy joven a la cumbre de la jerarquía militar... Entiéndase que el valor de Serrano era exclusivamente del orden guerrero, pues fuera de...

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