O'Donnell : 30

O'Donnell Capítulo XXX de Benito Pérez Galdós Atacó el buen Tarfe con loco empeño a su protector don Leopoldo, de quien obtuvo una repulsa cariñosa. Ya le dolía la mano de dar a su protegido tantas credenciales. De Posada Herrera, a quien ya tenía frito con sus peticiones, nada sacó en limpio. Más feliz fue con Salaverría y con el Marqués de Corbera, que al menos le dieron esperanzas. El hueso más duro de roer era el destino de Centurión, en Estado; y no viendo medios de salir airoso con O'Donnell ni con Calderón Collantes, que se llamaban Andana, dirigió sus tiros contra doña Manuela, que le quería, le mimaba y se divertía con su graciosa cháchara. No la encontró muy propicia, por tener bastante gastada ya su poderosa influencia; pero Tarfe insistió, y para ganar el último reducto de la voluntad de la señora, le llevó folletines nuevos, que ella no conocía: Isaac Laquedem, por Alejandro Dumas, y luego Los Mohicanos de París, del mismo autor. Esta...

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