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15/03/2011 460 Palabras

Corregido ambicionar entónces, por afán de lustre, un hombre como él. Habíale concedido Dios un hijo, para colmo de su satisfacción, y este hijo, después de ir á la escuela y tomar algunas nociones de latin con los padres Escolapios, fué, vellis nollis, cuando tuvo quince años, agregado al atril principal del escritorio, con el objeto de que fuése instruyéndose en el ramo, para que algun dia sustituyese á su padre en la dirección de la casa que éste habia colocado á tanta altura. Cuando el chico llegó á cumplir los veinte, pasaba en el ánimo del rico indiano algo que le hacia soñar más de lo conveniente. Oia, aunque muy á lo léjos, ciertos rumores extraños, y aspiraba en el aire reposado y tranquilo de la plaza efluviós de un aroma que le era desconocido. Leia que en el extranjero viajaban al vapor hombres y mercancías, y que alguna plaza española se habia dejado seducir ya por la tentación innovadora. Verdad es que Santander, excepción hecha de las...

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