Salazar en Portugal

Los problemas de la primera república

Los barcos y el campo; el mar y los pequeños pueblos. Todos forman un país.

La Primera República portuguesa se había proclamado el 5 de octubre de 1910, poco después de que el rey Manuel II quedara destituido por un golpe de estado militar; de esta forma quedaba extinguida la casa de Bragança en Portugal. La república nació sin gran apoyo popular, pero en medio de un gran descrédito del régimen monárquico; sin embargo, las minorías ilustradas propiciaron y recibieron con entusiasmo su venida. Pero el período republicano fue de una gran inestabilidad política: las Cortes estaban dominadas por los monárquicos, y, en la calle, los sindicatos eran arrolladoramente revolucionarios. Entre 1911 y 1926 hubo en Portugal 40 gobiernos y muchas intentonas militares. El nuevo régimen hizo una política radical, promulgando una Constitución en 1911 en la que se reconocía el derecho al divorcio, a la huelga; instituía el laicismo en las escuelas y disolvía las órdenes religiosas. A la situación creada por todos estos cambios en un país pobre dominado por las fuerzas más retrógradas, se unió el hecho de que, en 1916, Alemania declaró la guerra a Portugal, obligándole con ello a participar en el esfuerzo bélico de la Primera Guerra Mundial enviando tropas al frente francés.

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