Sancho Saldaña: 13

Capítulo XIII 13 Pág. 13 de 49 Sancho Saldaña José de Espronceda SEGISMUNDO . . . . . . . . . . . . . . . . . ¿Qué te suspende? LESBIA . . . . . . . . . Hacia allí pasos sentí y las ramas se mueven. Veré quién es. CALDERÓN, Afectos de odio y amor. Es opinión muy antigua que los hombres manifestamos nuestro carácter, nuestras pasiones, y yo estoy por asegurar que hasta el oficio en que nos ocupamos, en nuestro modo de hablar, de andar, de dormir, etc., y que si algunas excepciones hay, dependen más bien del estado de ficción en que vivimos en la sociedad que no de que sea falsa esta aserción. Así vemos generalmente que a un enamorado se le conoce que lo está en sus distracciones, en sus ojos, o demasiado alegres o muy caídos, y en otras semejantes señales. Descúbrese a un ambicioso en su paso precipitado, su aspecto pensativo y mirada solícita e imponente; a un avaro, porque, por guardar, guardará las manos en los bolsillos hasta en...

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